¿Haciendo planes para el pequeño puente (fin de semana largo, más bien) de San Martiño? ¿No ha habido quórum este año para organizar un magosto? ¿Se escogió otra fecha? ¿O simplemente te apetece hacer una escapada y cambiar de aires? No es mala idea: al no ser festivo en toda España, los precios son de temporada baja y no sufrirás las aglomeraciones que podría haber en el Puente del Pilar o de Todos los Santos. Por eso, si estás mirando las maletas de reojo buscando un destino, te traemos algunas sugerencias de Atlas Viaxes, Viajes Vila Tres y Viaxes Compostela para inspirarte:
Oporto
No hace falta irse muy lejos para encontrar un gran destino. Una buena opción es pasar esos días en la ciudad de los puentes (con perdón de la nuestra, por supuesto) y perderte entre sus calles con encanto, tranvías e iglesias plagadas de azulejos en azul y blanco, los colores de la monarquía y la cerámica. También encontrarás este arte decorativo en la Estación de trenes de São Bento, en pleno centro: en sus paredes podrás «leer» historia y costumbrismo, ya que en sus azulejos se representan tanto grandes hechos emblemáticos como escenas cotidianas de quehaceres y tradiciones.
Imprescindibles la Torre dos Clérigos, un mirador cuyas vistas recompensan el paseo por cientos de escalones y la librería Lello e Irmão, considerada la más bonita del mundo (aprovecha que estará un poquito menos masificada que de costumbre). Desde su fachada neogótica y modernista hasta las nobles maderas y vidrieras de su interior, pasando, por supuesto, por una escalera monumental digna de los mejores castillos, este lugar es puro arte, demostrando que lo comercial no está reñido con la belleza. Y se rumorea que sirvio de inspiración a J. K. Rowling para describir la librería Florish & Blotts en la saga de Harry Potter, ya que la autora pasó un tiempo viviendo en esta ciudad.
Si tienes tiempo y te gustan los vinos, puedes reservar una visita guiada por alguna de las bodegas, como las de Sandeman o Calém. Todas ellas están en la zona de Vilanova de Gaia, al otro lado del río, y puedes completar la ruta visitando el Solar do Vinho de Porto, que cuenta con una preciosa terraza con unas vistas inmejorables dónde degustar los mejores vinos. ¿Prefieres cafeína? Esta ciudad mantiene una gran cultura del café, con establecimientos art-decó que guardan los mejores recuerdos de conversaciones que se alargan durante varias tazas.
Y por supuesto disfruta del atardecer en la Ribeira. La belleza de esta zona, con sus casas de barro, contribuyó a que Oporto fuese declarada Patrimonio de la Humanidad. Contempla el puente “Dom Luiz I“, construido en 1877 por Teófilo Seyrig, quien era socio de Eiffel (por tanto la influencia es notable), recorre el Duero en barco o, simplemente, elige una terraza y déjate envolver por los colores de la zona más «instagramada» de la ciudad. Será por algo…
Riégalo todo con un buen vino que acompañe a un bacalhau o un arroz de mariscos (o una francesinha si te atreves con esa bomba calórica) y goza de las maravillas lusas.
Relax cercano
Sin duda, una forma de escapar de la rutina y cargar las pilas sin ir muy lejos es pasar un par de días en un balneario. ¿Aún no has comprobado por qué Ourense es la provincia termal por excelencia? No esperes más. Los baños termales no solo son relajantes formas de equilibrar cuerpo y mente en medio de la vorágine de la vida cotidiana, sino que también tienen acción directa en afecciones como reumatismo, artritis o problemas cutáneos. Tómate un descanso en alguno de los centros de Caldaria en Arnoia, Laias, Lobios, dónde podrás disfrutar de programas de salud y relax que te dejarán como nuevo.
¿Te apetece probar los beneficios del agua del mar? La talasoterapia está indicada para numerosas dolencias como las lesiones deportivas, los problemas circulatorios o respiratorios, además de poseer propiedades que mejoran la piel, ralentizan el envejecimiento y combaten la celulitis y la flacidez. Y, por supuesto, son un vehículo de curación del estrés y la ansiedad, ayudando a calmar la tensión nerviosa y sumiéndote en un estado de profunda relajación. Por esto son muy recomendables los Talaso de Baiona o Sanxenxo, con piscinas de agua marina en las que realizar circuitos de bienestar y belleza. ¡Déjate mimar y prepárate para el invierno!
París
Dicen que si te aburre París es que te aburre la vida. La verdad es que la ciudad es completa para todo; es el destino ideal tanto para ir con niños como en pareja o en un grupo de amigos: hay planes para todos los gustos. Si es tu primera visita, ya sabes qué hacer: Torre Eiffel, Montmartre (no te quedes solo con la basílica de SacréCœur, sumérgete en el ambiente artistíco de los pintores y retratistas que pueblan el barrio), Notre Dame, los Campos Elíseos y el Louvre son los básicos infalibles para una toma de contacto.
¿Ya te lo sabes? Prepárate una ruta «Art Nouveau» para contemplar el arte urbano modernista (desde edificios hasta bocas de metro) o simplemente comprueba cómo le sientan los colores del otoño a los parques de la ciudad, como el Parc Monceau o los jardines del Museo Rodin. Museos menos conocidos pero igualmente interestantes son el Museé Dapper, dedicado al arte africano o el Jaquemart-André, que muestra la colección que reunió una pareja de amantes y que incluye pintura renacentista, flamenca y hasta mobiliario peculiar (además, su salón de té ofrece pastelitos que también son arte para el paladar). Y si quieres algo diferente, reserva un tour nocturno por el París más tenebroso: cementerios, el Museo de los Vampiros, mansiones «encantadas» como Le Manoir de París o incuso las Catacumbas: atrévete a descubrir las sombras de la Ciudad de la Luz.
Si vas con niños y no hay tiempo de ir a Disneyland, llévalos al Jardín de Luxemburgo: hay patos, barquitos de vela, columpios, ponis y cochecitos a pedales. Y si os sorprende la lluvia, no te preocupes: el tiovivo y el teatro de marionetas serán un gran entretenimiento a cubierto.
¿Has ido de compras? Quizás no quieras irte sin un recuerdo fashion de una de las capitales de la moda pero no llevas presupuesto para la Avenue Montaigne (emplezamiento de Dior, Chanel, Valentino, Vuitton…). No te preocupes. En las calles Saint-Sulpice y Bonaparte encontrarás un montón de boutiques asequibles y exclusivas en las que rebuscar hasta dar con un souvenir que puedas llevarte puesto. Además, está cerca de la archiconocida pâtisserie Pierre Hermé, ¿vas a irte sin probar sus eclairs y macarons? Porque, por supuesto, París está para comérselo: disfruta de la gastronomía francesa a cualquier escala: ya sea una cena en una fromagerie, un bocata con la mejor baguette o un crepe repleto de chocolate, acertarás seguro.
Estas son solo algunas opciones, ahora depende de ti. Acércate a las agencias de Ourense Centro (esto va con enlace en el post) y tu única preocupación será preparar la maleta.
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