Joyería Vila es uno de esos negocios que llevan toda la vida en la ciudad de Ourense. A propósito de su 50 aniversario hemos querido hablar con las hijas de Luis Vila, que ahora están al frente de la joyería, para saber un poco más sobre su larga trayectoria.
Esta empresa familiar lleva en Ourense desde 1971. Malena Vila, la hija de los dueños originales, Luis y Sinda, nos resumía así la historia de Joyería Vila:
Mis padres se casaron muy jóvenes; mi padre tenía veintiún años y mi madre diecinueve. Luis Vila, mi padre, empezó a trabajar en el taller de la Joyería Espino de niño para ayudar en casa, ya que era hijo de una familia numerosa y necesitaban el dinero. Cuando volvió de la mili decidió montar su propia joyería.
El negocio arrancó con la ayuda de familiares y un almacenista de Ourense que le dejaba la mercancía para que se la fuera pagando según la iba vendiendo. Esto sucedía en el 1971, cuando yo tenía dos años y mi herma Nuria uno, que aunque tenemos más hermanos, somos las que seguimos con el negocio.
En la joyería trabajaban los dos, mi madre compaginaba atender la tienda con criar también a sus hijos. Empezaron en la zona de San Francisco estableciéndose en la calle Pena Corneira, y al cabo de un tiempo todas las personas del barrio compraban en la joyería.
Más adelante empezó a venir también gente de pueblos y villas, y mucha de esa clientela se fue haciendo fiel, así que abrieron otra joyería en las Galerías de Santo Domingo. Mi padre llevaba esa joyería y mi madre la de Pena Corneira, y cuando finalizamos los estudios, mi hermana estaba en la tienda con mi padre y yo con mi madre.
En 1997, hace ya 24 años, compramos el local que tenemos ahora, en Santo Domingo 8, que fue el único que nos quedamos cuando mi padre se jubiló hace unos años.
«Aquí hay mucho movimiento y estamos muy a gusto. Ahora estamos atravesando esta etapa horrorosa pero seguimos teniendo muy buena clientela y trabajando mucho, seguimos saliendo a flote también gracias a la tienda online.»
¿Qué notáis que ha cambiado desde que abrió la joyería, además de la nueva generación a cargo de la empresa familiar?
Antes había mucha menos variedad de artículos y todo el mundo llevaba lo mismo. Si se llevaban los pendientes de aro, todos llevaban pendientes de aro. No era necesario tener tanta variedad como ahora y la gente compraba muchísimo más, sobre todo oro.
En verano venían los emigrantes, que se gastaban muchísimo dinero en joyería, y todos los años era una locura. Desde entonces cambiaron mucho las cosas, hoy la gente gasta más dinero en ocio. Estamos vendiendo joyas de acero, que antes era un material impensable en joyería, porque es necesario adaptarse a lo que pidan los clientes, siempre ofreciendo calidad.
¿Qué tipo de producto podemos encontrar en Joyería Vila? ¿Tenéis alguna especialidad?
Vendemos todo tipo de artículos, sobre todo joyería de oro y plata y relojería. Tenemos joyería para todas las edades desde bebés recién nacidos, la joyería no tiene edad. Viajamos para traer nuevas piezas que sorprendan al cliente, tratamos de ofrecer lo que no se encuentra en otras joyerías. Nuestra joyería está orientada al público en general; es accesible a todo el mundo y tenemos joyas para todos los bolsillos.
¿Cómo son los clientes de Joyería Vila? ¿Algún cliente de toda la vida que lleve desde el principio con vosotros?
Tenemos clientes de toda la vida, familias en las que empezaron viniendo los abuelos, luego vinieron los hijos y ahora vienen los nietos. Hay familias que siguen con nosotros después de varias generaciones, muchos venían de pequeños con sus padres y sus abuelos y ahora lo hacen con sus hijos.
Cada una de nosotras tiene clientes de los que ya conoce sus gustos, y les podemos ofrecer una atención personalizada. Mantenemos la puerta de la joyería abierta para que los clientes se sientan siempre invitados a entrar.
En Joyería Vila tenéis taller de joyería, ¿Qué ventajas aporta al cliente?
Tener taller nos permite que cualquier persona que necesite adaptar una pieza que acaba de comprar se la pueda llevar lista al momento, sin pedirle que venga dentro de dos o tres días. Si quieren personalizar una joya o grabarla, también se hace aquí.
Somos de las pocas joyerías en Ourense que tienen su propio taller. Mi padre aprendió el oficio de joyero y cuando montó su joyería él hacía prácticamente todas las joyas. Por aquel entonces tenía varios aprendices, y uno de ellos es Lito, la persona que tenemos en el taller hoy en día, que empezó con mi padre a los 16 años y ya se jubila a finales de este año.
También ofrecemos todos los servicios de reparación y limpieza y hacemos nuestras propias joyas. Notamos que últimamente se están volviendo a llevar modelos que tuvimos hace 30 años como las sortijas minimalistas, súper finitas, y estamos haciendo nuestros modelos propios a medida de la persona. Son joyas artesanas que se hacen al gusto del cliente.
Lleváis la tienda online de la joyería y también tenéis mucha actividad en Facebook, Instagram… ¿Cómo lo gestionáis todo?
Es muy difícil coordinarlo todo a la vez, pero entre las dos nos dividimos el trabajo: una de nosotras lleva las redes sociales y la otra se encarga de la venta online a través de la página web. Empezamos con la tienda online hace cinco años y ha sido un paso importante para el negocio que hoy en día representa una excelente opción de venta.
Durante el confinamiento veníamos todos los días a la joyería a trabajar, preparar los pedidos, meter productos en la web… Luchar contra la venta online y no meterse en ese mercado es tirar piedras contra tu propio tejado. Hay muchos clientes que vienen a comprar productos que han visto en la web, es un escaparate muy bueno para cualquier negocio.
Para cerrar, ¿Por qué le diríais a nuestros lectores que se animen a visitar Joyería Vila?
Lo que nos diferencia es nuestro trato personalizado, la experiencia de muchos años a cargo de este negocio y el asesoramiento que le damos al cliente, al que siempre tratamos de recomendarle lo que mejor se adapte a sus necesidades.
Desde Maistendencia esperamos que el éxito de Joyería Vila dure como mínimo otros 50 años más y agradecemos el tiempo que nos han dedicado sus dueñas, Malena y Nuria, para contarnos la historia de la que sigue siendo una de las joyerías de referencia de Ourense.
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