Si estás pensando en hacer una escapada este invierno, buena idea. No viene nada mal coger fuerzas para empezar el 2017. Nosotros te ayudaremos con algunas recomendaciones de destinos de la mano de Atlas Viaxes, Viaxes Compostela y Viajes Vila Tres para que empieces a hacer las maletas…
Roma: un paseo por la historia
La dolce vita italiana es una opción realmente interesante. Tanto si ya la conoces como si es tu primera visita a la Ciudad Eterna, tienes mucho que descubrir:
Si empezamos por los orígenes romanos de la ciudad, no hay duda de que hay una imagen que todo el mundo tiene presente al pensar en Roma, esta es la del Coliseo. A través de él nos trasladaremos a los tiempos del Imperio, siendo este anfiteatro el centro dónde se realizaban espectáculos que entretenían a los ciudadanos de la época. Es por tanto el Coliseo una visita recomendable, no solo como testimonio histórico sino como obra de arte, con sus columnas en los tres órdenes clásicos, dórico, jónico y corintio, uno en cada piso. En cuanto al interior, su gran tamaño cobra una dimensión más épica si pensamos que fue escenario de varias naumaquias (batallas navales), siendo inundado gracias a su compleja red subterránea.
Palatino. foto: Benoitnewton CC-BY 2.0 via flickr
Aprovechamos que estamos por la zona para hacer una visita al Palatino, que está justo enfrente y es la ciudad donde vivían los emperadores. Continuamos este paseo por la Antigüedad Clásica visitando el Circo (dónde tenían lugar las carreras de cuádrigas) y recorriendo el Foro Romano, donde encontrarás, por ejemplo, el Templo de Saturno, donde se guardaba el dinero de la ciudad o el Arco de Tito, construido para conmemorar un triunfo en Jerusalén. Otra tipología de monumento conmemorativo que abunda allí es la columna, siendo la más famosa la de Trajano.
Cambiamos ahora de zona, pero no de época para visitar el Panteón. Este es un templo inspirado en los templos de la Grecia Clásica, algo que queda patente al observar su pórtico de columnas. Está dedicado a todos los dioses (pan=todos, theos=dioses), ya que los romanos eran politeístas, al igual que los griegos. Miguel Ángel lo describió como «diseño angélico y no humano». La verdad es que es un prodigio de la técnica para la época, ya que su cubierta pesa muchísimo y hubo que buscar soluciones para aligerarla. Antiguamente estaba revestida de bronce, pero en el s. VII la desmontaron para llevarla a Constantinopla y lo poco que quedaba se lo llevó Bernini al Vaticano unos siglos después. Una vez bajo esa cúpula y observes el óculo abierto al cielo te preguntarás “¿qué pasa cuando llueve? La respuesta es nada, porque en el suelo hay unos agujeros imperceptibles que filtran el agua que entra, por lo que nunca se inunda.
No muy lejos del Coliseo y el Foro está la Iglesia de Santa María in Cosmedin (donde se encuentra el presunto cráneo de San Valentín). En una pared exterior aparece el relieve conocido como La Boca de la Verdad. Dicen que si metes la mano y eres un traidor, te muerde… Y fue allí donde, durante el rodaje de la película «Vacaciones en Roma», Gregory Peck le quiso gastar una broma a Audrey Hepburn y metió la mano en la manga como si se la hubiese arrancado. Eso no estaba en el guión pero al ver la reacción de ella, el director la incluyó en el metraje.
Otro lugar recomendable es el Trastevere: Es el típico barrio romano. Ahí está la Piazza Trilussa, cerca del río. Es dónde se reúnen los estudiantes para tomar el «aperitivo» (no es como aquí, en Italia el aperitivo se toma de siete a diez de la noche). elige un local, pide un refresco, cerveza, copa… y luego puedes servirte tapas de los platos que van reponiendo todo el tiempo.
Al ritmo que recorres Roma observarás la gran cantidad de plazas y obeliscos que salpican todos los rincones de la ciudad. Algunas te las irás encontrando al callejear, otras es recomendable que las busques para no perdértelas. Una de ellas, la Piazza dei Campidoglio, la encontrarás en uno de los imprescindibles de Roma: la Colina Capitolina. En ella se encuentran la estatua de la loba con Rómulo y Remo y los tres Palacios (Palacio Nuevo y Palacio de los Conservadores, que ahora son los Museos Capitolinos, los museos más antiguos del mundo, y el Palacio del Senado, que es el actual ayuntamiento de Roma), además de la imponente Escalera Cordonata, donde se hacían debates políticos.
Por supuesto, una plaza imperdible es la Piazza Navona, insignia del Barroco romano y considerada una de las más bonitas del mundo. Destacan sus fuentes, en el centro la Fuente de los Cuatro Ríos, de Bernini, en la parte norte la Fuente de Neptuno, y en la parte sur la Fuente del Moro (Fontana del Moro), las dos últimas obra de Giacomo della Porta. Es una zona muy viva, muy frecuentada por romanos y turistas, que pasean y disfrutan de sus terrazas y siempre hay pintores haciendo retratos, músicos, etc. Como curiosidad, te contamos que durante algunos años de los siglos XVII y XVIII, los fines de semana de agosto, la plaza se inundaba para convertirla en un lago.
Otro de los sitios eternamente concurridos en Roma es la Plaza de España. Sus escaleras sirven para un montón de eventos, incluso desfiles de moda. Cuesta subirlas pero merece la pena porque desde arriba (Trinidad del Monte) hay unas vistas espectaculares. Justo de esta plaza parte la Via Condotti, la calle de las tiendas de lujo. Es imprescindible un paseo por aquí para contemplar los espectaculares escaparates preparados para navidad, es más que recomendable.
Otro de los símbolos romanos por excelencia es la Fontana di Trevi. Siempre está llena de gente, incluso de noche, así que para cumplir el ritual de lanzamiento de monedas tienes que tener puntería porque a veces es imposible bajar con toda la gente que hay. Se dice que si lanzas una moneda, vuelves a Roma; si lanzas dos, te enamoras en Roma y si lanzas tres, te casas en Roma. Quién sabe…
Y por supuesto no podemos olvidar el Vaticano y sus Museos: Absolutamente imperdible e igual de absolutamente recomendable reservar con antelación si no quieres perder horas y horas haciendo cola. Y si vas con el tiempo justo, elige bien lo que quieres ver, pero no te pierdas la Capilla Sixtina ni la zona de Rafael. Del Vaticano al Castel de Sant’ Angelo hay un pasadizo secreto, el Passetto, que era por dónde los papas podían huir en caso de rebelión o guerra… Aunque, según cuenta la leyenda, más bien lo usaban para ir a encontrarse con sus amantes. La puerta del Pasetto del lado del Vaticano es «senza chiave», sin llave, solo se puede abrir desde el Vaticano, no desde el Pasetto.
Si ya has visto todos los museos «convencionales» tienes un museo criminológico en el que se exhiben desde instrumentos de tortura medievales hasta látigos que eran empleados en los manicomios para mantener a raya a los internos, pasando por cerebros en formol de italianos ilustres, armas usadas en asesinatos, objetos personales de las víctimas… Nada que ver con la belleza idealizada renacentista, desde luego.
Y para hacer la foto perfecta ve a la colina Aventina y pregunta por la Plaza de los Caballeros de Malta. Una vez allí busca el número 3, acércate a la puerta y mira por el ojo de la cerradura. Lo que verás será la cúpula del Vaticano enmarcada por la cerradura.
¿Tentado por la idea de un viaje a capital de la bella Italia?. Reserva ya en Viajes Vila Tres. No importa si no te da tiempo a ver todo, tómatelo como un intenso paseo en el que descubres (o confirmas) que volverás.
Munich: adelántate a la Navidad
Si te ha invadido ya el espíritu de las navidades no lo dudes y haz un viaje a una de las ciudades más navideñas. Durante las cuatro semanas del Adviento, la ciudad rebosa de puestos de regalos artesanales, comida típica, adornos, villancicos, luces… Un espectáculo para los cinco sentidos. Su gran afluencia de visitantes en esta época sumada a los habitantes, que se animan a salir a las calles a festejar hace que el ambiente sea excepcionalmente concurrido y alegre durante el mes de diciembre. Cabe destacar que el hecho de que Munich se ponga sus mejores galas para navidad viene de antiguo: uno de sus mercados navideños, el Christkindlmarkt, data del s. XIV.
El centro neurálgico de la actividad festiva es la Marienplatz, la Plaza del Ayuntamiento, presidida por un gran árbol y envuelta en la música navideña más emblemática gracias a los conciertos diarios. Desde aquí puedes perderte por sus calles a través de las cuales continúan los puestos navideños, la preciosa iluminación urbana, escaparates temáticos y por supuesto belenes (la ciudad acoge uno de los mercados de belenes más grandes de Alemania en la Plaza de la Iglesia de San Miguel).
No olvides tomarte un vino caliente y especiado o glühwein que venden en la mayoría de los puestos. Te ayudará a entrar en calor para que las bajas temperaturas no te impidan disfrutar de estos paseos. Además, como buena ciudad alemana, ofrece gran variedad de salchichas acompañadas de patatas fritas pero ¡deja sitio para el postre! Recomendables para estas fechas son las galletas de jengibre (lebkuchen) y el butter stollen o Christstollen, una especie de pan muy dulce hecho con pasas, frutos secos, cítricos… No te vayas sin probarlo. Aprovecha para comprar adornos y regalos navideños y ¿quién sabe? Puede que te cruces con San Nicolás recorriendo las calles (en algunas casas se cree que realiza sus entregas el 6 de diciembre).
¿Sobredosis de navidad adelantada? No hay problema, la ciudad tiene mucho más que ofrecer. Acércate hasta el Kunstareal y visita las tres pinacotecas de Munich, las cuales abarcan toda la historia del arte, desde Egipto y la Antigüedad Clásica hasta obras contemporáneas, incluyendo un montón de curiosas piezas procedentes de colecciones privadas. Y si lo tuyo son los coches, no te pierdas el museo BMW: desde su forma (es conocido como «el bol de ensalada» y está pensada para poder pintar el logo de la marca en la azotea) hasta su exhaustiva descripción paso a paso del proceso de montar un coche, pasando por una showroom con curiosidades como la primera moto con la que Ernst Jacob Henne batió el récord de velocidad en 1930 (superando los 220 kilómetros por hora) o el coche burbuja, un modelo que se acerca más a una mini nave espacial que a un utilitario.
Otra joya arquitectónica que se obvia a veces porque «lo importante está en el interior» es el Alianz Arena, el estadio del Bayern de Munich. Si tienes la suerte de ir a ver un partido resérvate un momento para disfrutar de esta monumental estructura multicolor. Aunque si buscas una arquitectura diferente y con un poco más de historia, muy cerca de la ciudad encontrarás el Castillo Neuschwanstein, uno de los más fotogénicos del mundo, que que parece sacado directamente de un cuento de hadas.
Y, desde luego, no olvidamos la bebida alemana por excelencia. Acude a alguna de sus casas de cerveza típica a sumergirte en el ambiente bávaro. Destaca la Hofbrauhaus, cuyos orígenes se remontan al siglo XVI y su cerveza sigue siendo una de las más apreciadas. Pide una jarra, busca sitio en alguna de sus mesas colectivas y anímate a practicar tu alemán… O al menos a divertirte intentándolo.
¿Qué pasa si al final de esta aventura tu avión de vuelta se retrasa? No te preocupes. Puedes seguir leyendo esa novela que dijiste hace semanas que retomarías con un café o chocolate muy calientes (hay dispensadores gratuitos) o visitar el pequeño museo del tiempo que este aeropuerto alberga. ¿Te has descuidado un poco en estos días tan ajetreados? También tienes una barbería vintage en la que hasta te lustrarán los zapatos para dejarte como nuevo para tu regreso.
Así que ya sabes, acércate a Viaxes Compostela y aprovecha el nuevo vuelo directo desde Santiago y descubre todo lo que te tiene reservado la capital de Baviera.
Islas Canarias: entra en calor
Las Palmas de Gran Canaria. foto: Azuaje cc-by-sa 2.0
¿Sueñas con días de verano y cócteles en la playa? No hace falta cruzar el Atlántico e irse al Caribe: en Canarias encontrarás lo que buscas. Temperaturas suaves, playas de ensueño, un poco de mojo picón y descanso te esperan en las «islas afortunadas». Olvídate del invierno durante unos días y vuelve a saborear aquel mes de agosto que parece tan lejano. El verano está a solo un vuelo de distancia.
Las dos principales opciones son Gran Canaria y Tenerife. Ya sabes que en ambas encontrarás playas y descanso. ¿Necesitas más datos para decidirte? Te ayudamos un poco con los «extras» de cada isla:
Gran Canaria
Una de las atracciones turísticas más importantes son las Dunas de Maspalomas: mares de arena con el intenso azul del océano de fondo. Sus excepcionales flora y fauna completan este lugar único. No es sorprendente que se haya declarado Espacio Protegido. Puedes vivirlo de cerca recorriendo a pie uno de los tres senderos (o los tres) que las atraviesan. Y si en tus vacaciones no quieres caminar más de lo necesario, haz el recorrido en camello y disfruta de este «desierto» junto al mar.
Combinar playa y bosque es posible también: Cruz de Tejeda te ofrece un paisaje plagado de pinares y grandes acantilados bajo un mar de nubes. Si te apetece pasar más tiempo en este entorno déjate mimar en el spa de su Parador y disfruta de las espectaculares vistas desde la terraza, a 1560 metros de altitud, desde donde podrás contemplar los roques Nublo, Fraile y Bentayga.
Y si quieres visitar la meca canaria del ron y el neogótico (sí, todo es compatible) no te pierdas Arucas: un pueblo no tan pueblo en el que hace décadas los terratenientes y gobernantes hacían gala de su poder adquisitivo con inmensas casas y calles monumentales. Disfruta de sus bonitos jardines y de su iglesia con pinta de catedral, San Juan Bautista, con una intrincada decoración neogótica en piedra negra que te dejará sin palabras… Pero el ron te ayudará a recuperarlas: visita la fábrica de Arehucas en la capital y descubre cómo se destila este ron que hubiese hecho las delicias de Jack Sparrow.
Y ya que estás en Las Palmas, aprovecha para pasear por el barrio de Veguetas, el origen de la ciudad. Sus tintes tropicales con edificios coloniales de cuidados balcones y patios te sumergirán de lleno en la vida de esta zona, poblada tanto por los vecinos de siempre como por instituciones gubernamentales y museos. Imprescindible la Plaza de Santa Ana y la zona de San Francisco, un lugar ideal dónde ir de pinchos (y apunta, los jueves es el «día de la tapa»).
Tenerife
Por supuesto el Teide es una visita obligada en un viaje a la isla. No puedes perderte la montaña más alta de Europa que resulta ser también el tercer volcán más alto del mundo. Pasea o recorre en bicicleta el Parque Nacional que lo rodea (considerado Patrimonio de la Humanidad) y toma el teleférico que te llevará a las alturas en menos de diez minutos.
Tenerife guarda también otro prodigio de la naturaleza menos impactante que un volcán pero igualmente famoso y espectacular. Es un árbol, pero no es uno cualquiera: el famosísimo Drago canario es el más grande y longevo que se conoce en el mundo: 18 metros de altura, un perímetro en la base de 20 metros y una edad de alrededor de 800 años. Los dragos eran árboles totémicos para los guanches y la leyenda cuenta que esta era la forma que adoptaban los dragones al morir. Disfruta después de una degustación de vinos y quesos regionales en alguna de las casas de comida cercanas.
¿Te apetece conocer un pueblo con encanto? Acércate a Garachico: sus piscinas naturales formadas por lava solidificada y Santa María de los Ángeles (un templo blanco sobre piedra volcánica) te enamorarán.
Y si quieres un plan más cultural cuando te canses de playa, acércate al TEA (Tenerife Espacio de las Artes), un espacio multidisciplinar con biblioteca, cine, centro de fotografía y salas de exposiciones cuya estructura arquitectónica funcionalista y sosegada es obra de Herzog & de Meuron.
¿Ya te has decidido? Pásate por Atlas Viaxes para terminar de concretar tu escapada al eterno verano isleño.
Quieras historia, playa, o sumergirte en las navidades, hay una opción para ti. Y si aún así ninguno de estas opciones te convence, pásate por las agencias de Ourense Centro, y seguro que encontrarás tu destino perfecto. Haz la maleta, ¡y a volar!
Valora este post:
(2 voto(s), media: 5,00)
Cargando...Compártelo en:
Síguenos en:
