Las zapatillas deportivas hace años que además del terreno para el que naturalmente fueron creadas, la práctica del deporte, han conquistado el streetstyle urbano y casual. Y si además son blancas avanzan posiciones como prenda para acudir al trabajo, salir de marcha y lucirlas en looks de fiesta y ceremonia.
Desde el año 2014, que revivieron como tendencia, las zapatillas blancas no han abandonado ni los escaparates ni las estanterías de las tiendas. Este tipo de calzado, con años de historia a sus espaldas (unas níveas Stand Smith de Adidas; unas Chuck Taylor de Converse o unas Freestyle de Reebok son hoy día auténticos iconos de la moda), se atrinchera en establecimientos y armarios sin intención de abandonarnos, tampoco en 2016. ¡Y nosotros contentos!
El aire «running» de otras temporadas ha dejado paso a las sneakers, lo que siempre entendimos como zapatilla deportiva, tanto por encima como por debajo del tobillo. En 2015, las tiras de velcro le han dado un aspecto más infantil.
Además de con vaqueros, sus aliados naturales (además del chándal, claro), han reclutado para combinarse prendas como las blaziers, pantalones de tela tobilleros, faldas pantalón o culottes, trajes, largos vestidos, elegantes abrigos de pelo y sombrero. Nada se les resiste. Ni los grandes diseñadores ni las grandes superficies han prescindido de incluirlas en las colecciones presentadas.
A ellas han sucumbido famosos, instagramers, bloggers y todo aquel que en el mundo de la moda tenga algo que decir y se le escuche. Y ya han caminado por distintas alfombras rojas. A ellas dedican numerosos artículos publicaciones referencia de la moda. Unas, como Vogue analizan la tendencia; otras ofrecen guías básicas de estilo para combinarlas, como Vanitatis; y otras, como Icon de El País, recopilan los consejos de expertos para mantenerlas siempre impecables, idependientemente del tipo de acabado o piel que tengan.
Son contadas las prendas a las que corresponde el privilegio de subir al olimpo de los básicos con la responsabilidad que eso conlleva: cubrir nuestras expectativas de atemporalidad y versatilidad, es decir, que nos sirvan tanto para un roto como para un descosido. Y la zapatilla blanca parece que lo cumple con creces.
Si a estas alturas tu armario o zapatero carece de unas zapatillas blancas, encuentra las que te pueden encajar en nuestra selección de la galería de imágenes.
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Me encantan las playeras blancas!! soy de las que de pequeña llevé todos los modelos de Stan Smith jeje rojas, verdes, azules… .. ahora no llevo pero tengo estas Nike Wimbeldon del 81… geniales!!! A ver qué os parecen… http://victoriasdelnue.com/playeras_nike_wimbledon-_blog/
además tienen una historia curiosa de cómo llegaron a mis manos 🙂